Tegucigalpa, es la capital y la ciudad más poblada de Honduras, además es el centro administrativo y político del país. Sin embargo, enfrenta diferentes desafíos devido a su susceptibilidad a severas condiciones climáticas como lluvias torrenciales, inundaciones y sequías. Estos riesgos que se repiten cada año, resultan en un daño social y económico a los grupos más vulnerables, particularmente y en quienes recae la mayor parte de las afectaciones son en aquellos que viven en asentamientos no regularizados con riesgo de deslizamiento de laderas.
Tras la devastación del huracán Mitch en 1998, los sucesivos gobiernos municipales han trabajado en forjar alianzas con ONGs y organizaciones de base. Estas colaboraciones tienen como objetivo abordar las vulnerabilidades sociales y ambientales de la ciudad, buscando mitigar los peligros recurrentes y mejorar la resiliencia de las comunidades.